27 de octubre de 2013

ELEGÍA


María Bernardo Gómez

ELEGÍA

Melancolía dice llamarse,
tiene un color especial,
lo compone un verde esperanza
que muestra profumdidad contemplado...

Un suave tono blanco grisáceo,
abundantes y cálidos tonos oscuros
mostraban felicidad,
felicidad al verlo, al sentirlo...

Ahora no hay colores,
ni sonidos que muestren presencia alguna.
Ningún bastón aprecia la vecina de abajo...


Profunda melancolía que apareciste en mí un día
y ahora me cuesta alejarte;
pequeños detalles que parecían no imprtar
abandonan mi mente, mi alma.
Agua salada o una ligera curva marcan mi rostro.

Contemplo las estrellas y te busco entre las nubes.
Ahí estás.
Melancolía desaparece, aparece felicidad.
El mejor lugar para conservar un recurdo
lo lleva dentro cada uno.
Y aquí, aquí te siento,
bombeando tu calor, ofreciéndome protección y tranquilidad.

Adiós, Melancolía,
no muestres tu presencia con trsiteza,
pues Felicidad vino acompañada con Recuerdos
que son de mayor agrado.

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