SANDRA BASTIÁN SERRANO
LOS PASEOS DE ISABEL
Paseó por la Sala
del Palacio Viejo y la Sala de la Chimenea; contempló con cariño la Sala del
Trono y releyó el lema del que tan orgullosa se sentía, antes de admirar las
vidrieras de la Sala de la Galera. Recorrió también la Sala de las Piñas, la
Cámara Regia, la Sala de los Reyes, la Sala del Cordón, la Capilla y no se
detuvo hasta llegar a la Armería.
Allí sacó su trapo
y restregó una vidriera de cristal hasta que la imagen de una señora de la
limpieza se reflejó en ella: una mujer que debía mantener la pulcritud del
Alcázar de Segovia.
LUCIA DEL POZO LARGO
- Deja que tus lágrimas caigan – le susurró su lengua negra. Necesitaba que sus lágrimas le empaparan el rostro para escapar de sus penurias.
PABLO PONCE
GAJES DEL OFICIO
Mi vida útil comenzó hace relativamente poco. Ahora tengo un trabajo fijo pero no estoy demasiado contento. He visto niños riendo, ancianos amargados y jóvenes enamorados, pero siempre hay alguno que paga su mal humor conmigo, otros se me quedan mirando como maldiciéndome y otros directamente pasan de mí. A veces les hago perder el tiempo y me sonrojo porque me siento observado, otras veces, les dejo que elijan y me relajo a pesar de que este trabajo exige estar siempre atento sin cometer errores.
Mi error fue hace unas horas, una persona no me miró y yo no me sonrojé. Pasó y murió atropellada. El coche tampoco me miró. Estoy triste, me van a trasladar de la Vía Roma a Otero, a San Cristóbal o a Madrona, y aquí pondrán un semáforo menos sentimental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario