14 de diciembre de 2013

MICRORRELATOS DE TEMA SEGOVIANO: SOLEDADES



OLMO DE ANDRÉS GARCÍA

EL CUADRO PERFECTO

    Podía sentirse como en el cielo, su mente flotaba, divagaba, mirando desde la muralla, el Monasterio del Parral y el mar verde que lo rodeaba y que tapaba cualquier atisbo de tecnología. Por encima del valle, el árido campo amarillo con algún pino perdido. Sobre esta postal, el sol desaparecía llenando el cielo de tonos rojos, naranjas, rosas, violetas y azules. El cuadro perfecto para la mujer perfecta, pero no había mujer, había soledad en ese cuadro, no estaba su figura perfecta apoyada en la muralla con él.
    Ahí estaba, la primera lágrima, vendrían más seguidas.... Mientras venían se alegraba . Pues no eran sus lágrimas metáforas sobre lo que era y lo que iba a venir en su vida. ¿No habría más chicas perfectas?
El cuadro perfecto para animarse. Y animándose cayó la noche, que le dijo adiós al cuadro perfecto.


BEATRIZ HIGUERA

MAGIA EN LOS PIES DEL CASTILLO DE HADAS



 La tarde estaba tenue, dubitativa para una noche llena. Comenzaba blanca como la pureza, seguía un manamiento de movimientos limpios y ricos como el diamante.
   En el siguiente paso manaban notas, que algunas se esfumaban con el río y que iluminaban el resto del transcurso, y otras se posaban sobre las grandes copas, aún húmedas.
    Un paso más y llegamos al corazón, un ir y venir de colores, pero únicas figuras muy simbólicas, también pequeños focos que se volvían inmensos cada vez que cuatro órbitas se encontraban.
   El corazón se iba estrechando, como un túnel sin fin, tan hermoso que quieres permanecer ahí.
   Descendiendo, un vacío para que puedan revolotear todos los cantantes del lugar.
   Enlaza con una pasarela, añeja como un barco pirata, y sin darte cuenta llegas a tu destino: un manto verde de esperanza se apodera de ti y cuando crees que no podía haber mas, turnas, con la cabeza bien alta y observas un horizonte sabio y hermoso.

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