3 de abril de 2016

Flores, almas, verbos

LAURA GARCÍA MUÑOZ

FLORES, ALMAS, VERBOS

Felices aquellos que no prueban en su vida la desgracia. Pero si un dios azota de males la casa de alguno, la ceguera no queda al margen de ella y la acompaña hasta el final de su linaje. 
(Sófocles: Antígona)


La sombra de mi peso se ha perdido
entre el humo que me rodea,
que son voces
y son los coros de mil voces,
mil veces mil voces
y lloran a Antígona, que da la vida por la vida
y la daré por la vida que no existe
más allá de mi cráneo...

Sí existen las orejas,
tan pesadas, encierran mi cabeza,
encierran mi cuerpo
y él no sabe lo que es el silencio.
Entonces llora como llora el agua
porque ya no quedan dioses que lo habiten,
entonces vaga como vaga el agua
abriéndose paso por la tierra tan dura y tangible.

Solo como sola estoy
sin un cuerpo muerto en un cementerio,
sin un cuerpo para que me acompañe su sombra,
su sombra que se ha perdido
entre el humo que me rodea
y que ahora es la sombra del humo de mil suspiros,
mil veces mil suspiros
a los que no pertenezco.

No pertenezco a una tragedia,
fue mi brazo y no Ares
quien guio las lanzas
hoy dormidas en mi estómago.
No es un dios quien me habita
sino quien nace cuando escapa
su escaso y pequeño nombre
por mi boca cerrada.

¿Quién decide desde ahora
la sangre palpitante derramada,
las huellas que se marcan y se borran,
los ojos que se miran y se tocan?
¿A quién culpo desde ahora
de la libertad que he perdido y nunca tuve,
de la miseria mental oculta en mi cabello,
de medio corazón ardiendo entre rejas?


Te culpo a ti, cielo, por ser tan azul,
por marcar mis huellas y tocar mis ojos,
por la miseria y las llamas que alimentan
las llamas de tus yemas.
Me llamas, me quieras, me calmas
para siempre
si me matas y vivo en el cielo
para siempre.

No puedo, cielo, no existes,
Lo que eres es mío y si muero, mueres.
Desaparecen las calles que camino, los colores, el sol
se extinguen si no vuelvo a verlos.
Flores, almas, verbos fallecen.
Expira el mundo entero y real
creado por las manos del único dios que existe…

y sé que existo porque me piensas.

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